Pues éste ha sido el trabajo que he hecho codo con codo con la gente de Casa Riera Ordeix, una empresa de Vic que lleva desde 1852 elaborando el legítimo salchichón de Vic en la plaza de los Mártires.
Una tarea que ha durado varios meses y que ha consistido en apoyar a la sexta generación de la familia en incorporar el hecho turístico a la empresa a fin de poner en valor uno de los principales distintivos de la empresa y del producto: el trabajo artesanal y el hecho de utilizar el secado natural en el proceso de elaboración. De hecho, las plantas superiores del edificio todavía conservan las vigas de madera de los inicios, donde el aire fluye y donde conjuntamente con la apertura y cierre de las ventanas de forma manual, se controla la temperatura y la humedad del producto.
Así pues, además de apoyar al establecer el circuito interno a realizar en función de las temporadas (en si hay producto o no en los secadores), definir los contenidos de la visita y del material (folleto, audiovisual y web), estudiar cómo las visitas se incorporan al portafolio de productos de la ciudad y estructurar el proceso de comunicación y presentación en sociedad, la labor más creativa ha sido la reforma de la antigua zona de expediciones en el nuevo Espacio de Acogida Turística.
De esta manera, se ha recuperado un espacio ya muy utilizado por la clientela que habitualmente va a la casa a comprar las longanizas, embelliéndolo e integrándolo con el resto de espacios (obrador, preparación de pedidos, acceso a los pisos superiores) para crear un espacio agradable, cálido y que refleje el espíritu de Casa Riera Ordeix.
Este nuevo espacio a su vez da solución a una demanda cada vez más creciente: un espacio para catas y maridajes. En este sentido, la empresa de interiorismo contratada para la reforma de este espacio ha logrado encontrar el punto de equilibrio perfecto para combinar actividades como tienda, recepción y catas.
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